Son elementos prismáticos que superpuestos y desplazados, permiten cambiar de nivel. Los peldaños pueden ser macizos o formados por un núcleo de fábrica o masa de hormigón revestido con placas de granito.
En ellos las caras vistas han de estar planas y trabajadas, con una anchura igual a la huella más 3 cm al menos, una tabica igual al espesor de la pieza, y una longitud preferiblemente igual a la anchura de la escalera, si no se trata de un peldaño corrido. Por razones de seguridad se recomiendan acabados rugosos y flameados para exteriores. El pulido debe emplearse sólo en peldaños interiores.