Los perpiaños son piezas en forma de prisma de unos 45 cm de alto x 20 cm de grueso y de longitud variable. Tradicionalmente tienen acabado rústico y se emplean para la construcción de casas o recercados.
En la actualidad, las nuevas tecnologías permiten mecanizar este producto y darle cualquier tipo de acabado superficial, como el flameado o el abujardado. También se están empleado perpiaños de otras dimensiones de menor grosor y de 8 ó 10 cm de espesor como forro de paredes de ladrillo.